
Es eso. Nada más. Nada menos.
El pulso con el que esta filmada me hizo quedarme sentado los 90 minutos que dura la cinta. Mirando. Viendo que pasaba en esta Vida de un Custodio de un Ministro de Argentina. Y eso que no pasa nada. Nada si lo pensamos en los usuales terminos y la idea ya preconcebida que tenemos de la vida de un custodio. Todas las peliculas que vimos u oimos de custodios, tienen esa cuota de acción, de suspenso, del asesinato. Todas las peliculas de custodio tienen esto, MENOS esta.
Porque al excelente personaje que interpereta Julio Chávez no le pasa nada. Su vida como custodio es plana, lisa, aburrida. Y Moreno nos invita a mirarla, a compartir junto al personaje esos momentos que no pasa nada. Y ahí entendemos de que nos quiere hablar el director con esta película y con este guión. El personaje habla poco. Pero no por caer en la típica demostración por el arte misma de que se puede contar una película sin dialogos. Sino solamente porque aquí no son necesarios. Y está demostrado en la maravillosa escena del restaurante durante el cumpleaños del personaje. Ahi si, habla, tiene emociones, ¡¡¡esta vivo!!! Cuando no habla es porque en sus horas de trabajo (que son las que vemos casi toda la película) el personaje no habla.
Y vemos, asistimos, al aburrimiento de esta vida. Y por eso es que a mucha gente le puede parecer "aburrida" la película. Es esa la confusión. Hay que pensar que lo que es aburrido no es la película, sino la vida del protagonista. Igualmente la linea es muy fina y discutible. Pero a mi me pareció por lo menos interesante.

Me descubrí a lo largo de toda la película esperando el momento en que alguien ataque al ministro y tengamos que ver como nuestro personaje se pone en acción. Y no. No pasaba nada. Intencionalmente, creo yo, asistimos a escenas que queremos que se desaten. Queremos que estallen. Que se de el tiroteo y finalmente en cámara lenta nuestro héroe vuele y se interponga entre la bala y el ministro. Pero no. El ministro sigue comiendo. La gente que le pasa cerca ni lo quiere atacar. No le pasa nada.
Caminan por un pasillo, casi un laberinto, entran en el baño y EL CUSTODIO lo revisa detalladamente. Esperamos ansiosos que en un momento salte alguien y dispare. Y no. No pasa. Estamos tan acostumbrados a que pasen cosas y nos cuesta entender que en esta pélicula no sea así. Que incrustadas que están algunas ideas en nosotros, que al no verlas realizarse creemos que algo está fallando.
Moreno nos habla de una vida que no es ni más ni menos interesante que la de cualquier persona. Con esos tiempos donde nada pasa, y donde se intuye que nada va a pasar. Es la "desgalmourización" de un ofició tan inflado, en un cine donde el "guardaespaldas" aparece, casi siempre, como un héroe sacrificado.

El Custodio es un cine Contemplativo pero Activo, de Ideas Cercanas pero no Pequeñas, de momentos Eternos pero no vacios.
Sé, intuyo, que a muchos no les va a gustar. Porque uno espera otra cosa, esta deseoso, acostumbrado a otra cosa. Y por eso esta película es diferente. Porque vemos que las cosas pueden ser de otro modo. Que sin esa "acción" que creemos debe estar, se puede hablar de temas profundos, entender los dolores de una vida, y sentir ya al final de la película, primero una gran sorpresa, un gran desconcierto y después justo antes de los creditos, un gran alivio, una sensación de liberación, un deseo profundo de alcanar nuestro propio mar. De zambullirnos en eso que no es otra cosa más que nuestras vidas. Nuestras vidas anheladas.
"El Custodio" es la vida de un Custodio de un Ministro en Argentina. Sus dolores, deseos, frustraciones.Ese eso, "la vida de un Custodio de un Ministro en Argentina"
Nada más. Nada menos.
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