ATENCIÓN

Muchas de mis críticas revelan partes importantes de la trama de las películas. Aconsejo mirarlas antes de leerlas o atenerse a las consecuencias.
Mediante este aviso el autor se desliga de toda demanda civil y penal de la que se lo pudiera acusar.
(PD: No soy de los que dicen: ¡Bruce Willis Esta Muerto!!!)

domingo, 23 de diciembre de 2007

El Arca Rusa

Acción y Corte. 90 minutos pasaron entre estas dos palabras durante la grabación de “El Arca Rusa”, este maravilloso experimento que se ha convertido no solo en la toma más larga de la historia del cine, sino en la única película hecha en una sola toma. (“La soga” de Alfred Hitchcock es un caso diferente y puede ser analizado en otra oportunidad).

Filmada sin cortes y con un despliegue de más de 2000 extras está película será sin duda un hito en el extenso mundo del cine.

Su director Alexander Sokurov se propuso mostrar 300 años de historia rusa en 90 minutos reales, y lo logró. Está película, para algunos un documental, para otros una ficción, fue definida por sus realizadores como una visita guiada, por el museo Museo del Hermitage en San Petersburgo y por la historia de Rusia.

Este viaje, fue para mí, una persona con total desconocimiento de la historia rusa y sus personajes, algo tedioso y por momentos podría llamarlo aburrido. Sin embargo al finalizar la película el sentimiento general era de satisfacción. Es contradictorio, lo sé. Pero fue lo que me sucedió. Muy similar a aquella película de Gus Van Sant, llamada “Gerry”, que presentó en mí esta exacta dicotomía.

La imágenes de “El arca Rusa” son cautivantes y la banda de sonido interpretadas por un total de 3 orquestas en vivo fueron parte de esta “atracción hacia el film”; la otra parte era la plena conciencia de la proeza técnica a la que estaba asistiendo. Los huecos que dejaba esa “trama que yo no entendía”, eran fácilmente completados con la observación del despliegue que se estaba utilizando para llevar a cabo esta impensada empresa. Aun ahora pienso y me corre un frío por la piel. Una sola toma de 90 minutos, involucrando 2000 extras, recorriendo uno de los Museos más grandes y completos del mundo, conformado por 5 palacios, recorriendo 32 salas, teniendo solo 36 horas para el armado del museo y la filmación de la película, la interpretación de 3 orquestas en vivo








Y creo que así funcionó en mi “El Arca Rusa”, funcionó como motor para ver que era eso de la Historia que me estaba perdiendo. Según una definición propia de Sokurov, la película: “No es solo un trabajo sobre las conexiones entre la cultura e historia rusa y europea, también es una película sobre el encuentro de una persona de Rusia y otra de Europa. Un encuentro entre dos visiones del mundo. Amor y atracción de Rusia a Europa. Y frialdad de Europa hacia Rusia”

Para Sokurov, el pueblo Ruso y gran parte de la población “Culta” de Europa, hay mucho más en la película que la concreción de una iniciativa técnica de carácter mítico (un filme de 90 minutos en una sola toma), hay contenido, hay simbolismo, hay reflexión sobre los lazos del Arte y la Historia con Europa y Rusia. Desgraciadamente para mi, solo pude apreciar esa “misión imposible” que plantea realizar un film sin cortes y quedar maravillado frente a las imágenes y la música que envuelven todo en algo mucho más llevadero.

Según Sokurov, de quien debí leer y ver bastante para poder comprender el significado del film, El arca rusa es “El arca de la cultura que nos rescata en medio las aguas congeladas”, haciendo alusión a esa ultima imagen del film, que es por demás de bella y poética.











Y ahora escribiendo esto no podría decir que es una película que no me gustó, no podría decir que no la volvería a ver. Solo podría afirmar que siempre voy a estar ávido de ver cosas distintas, apuestas gigantes de grandes hombres, desafíos desmedidos, propuestas impensadas.

Quizás si yo hubiera sabido más de historia Rusa, si hubiera sabido más de las relaciones entre Europa y este país, quizás hoy estaría hablando de unas de las películas más maravillosas que haya visto. Pero no fue así. Hoy puedo asegurar que sigo y seguiré maravillado con esta decisión de Sokurov de contar una película de 90 minutos en un solo plano y sin cortes. Arriesgando todo, poniendo toda la carne al asador, para contar a su manera y de manera altamente creativa 300 años de historia Rusa, en 90 minutos reales.

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